viernes, 3 de enero de 2014

Tan sólo otro escrito más




   Quizá para ti todo esto sea sólo palabras. Sucias, embusteras. Tan bastardas, que incluso parezcan tuyas. Pero yo considero mis escritos, que miles son ya, un pedacito de mí. De mi pasado, de mi presente. Es como el agua que calma mi sed, la ráfaga de viento que volando se llevó todas mis penas. El sol que me impide marchitar y la luna llena en una noche de sexo.

   Gracias a la pluma y el tintero me hallo viva, gracias al placer de leer mi alma todavía me considero alguien.


   Pero, por desgracia, mientras tú lloras porque una mujer infravaloró tu dignidad, mis lágrimas manchan un papel vacío porque mi lápiz cayó en el abismo de la mediocridad. Porque mi inspiración ya no vuela, ya no alumbra. 

   ¿Dónde está el talento que me prometieron?


   Mis manos, vacías pero llenas, buscan desesperadas una pared en la que sujetarse.
   Porque creo que me estoy cayendo.
   Y ya nada importa.




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