jueves, 13 de junio de 2013

La discriminación.



   El ser humano le teme a todo aquello que desconoce; por tanto, huye o se intenta defender de lo diferente. No está mal ni está bien, es simplemente algo que nos ha marcado la naturaleza. El problema está cuando este temor se vuelve más intenso e inmenso al intentar disfrazar el miedo ya no como algo natural sino social. Entramos en las diferencias sociales, en las que la mayoría de las personas se ponen a la defensiva ante cualquier distinción. Mucha gente no puede evitar desconfiar de las personas desconocidas o incluso estéticamente diferentes -estéticamente ya que en la primera impresión lo único verdadero que se percibe de la persona es su estética-, pero el gran problema surge cuando se le da más importancia a la distinción estética o rasgos físicos que a la personalidad o características propias de la persona. Es por eso que solemos discriminar a la gente que tenga gustos musicales, gustos al vestir o simplemente un físico diferente al nuestro -por ejemplo, el color de piel, que es el caso discriminatorio más dado a nivel mundial-, y el hecho de discriminar o simplemente rechazar a una persona por sus distinciones es una forma de huir de ella, ya que, como mencioné anteriormente, tememos a lo desconocido y lo diferente. La discriminación es una manera de posicionarse a la defensiva ante lo distinto, y en ella intervienen el orgullo, egocentrismo/narcicismo o cualquier idea relacionada con el juicio entre la superioridad y la inferioridad según los factores físico-estéticos, ya sea intentando subir la propia autoestima o bajársela al resto de la gente con dichos actos discriminatorios.
   Es por eso que deberíamos plantearnos seriamente si la distinción estética o ideológica nos hace superiores o inferiores en todos los campos. Ya que todos somos completamente diferentes. Y eso es lo bueno, ¿no? ¿Dónde está la gracia en un mundo de personas completamente iguales? La salsa de la vida se encuentra en lo singular.


        ''...¿Ser diferente te hace superior? ¿Inferior? No. Para nada. Ser diferente sólo te hace diferente...''


    Cabe decir que el motivo principal por el que tendemos a etiquetar todo es precisamente por ese temor a lo desconocido, intentar catalogar aquello peculiar para tenerlo ''controlado'' de alguna forma, para darle alguna definición. Pero como ya sabéis, yo prefiero ir libremente por el mundo, al igual que muchos otros, y estar fuera de toda categoría social ~






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